domingo, 24 de febrero de 2013

Cuando lo que toca es emigrar



Para este segundo post la temática iba a ser otra. Quería seguir hablando de los primeros pasos a seguir dentro del diseño, para todo aquel que decide convertir esa preciosa profesión en su medio y forma de vida.

Pero mirando en televisión el programa "Salvados" de Jordi Évole titulado "Soy inmigrante" he sentido la necesidad de hablar de ello. No me considero gurú de nada pero en este tema en particular tengo algo que decir, por experiencia propia y ajena, y porque creo que este post puede ser de ayuda para muchos diseñadores españoles que como yo en su momento, han decidido que lo que toca es preparar las maletas y emigrar.

La experiencia ajena es por mi padre, español que hace más de 40 años emigró a Argentina en busca de un futuro mejor, allí forma una familia, desarrolla su carrera profesional y adopta a ese nuevo país como suyo hasta día de hoy, aunque su corazón siempre tenga residencia fija en su Sevilla natal.

Mi propia experiencia comienza en el año 2000 cuando dejo la agencia de publicidad en la que llevaba trabajando desde que había acabado mi carrera de Diseñador Gráfico en el año 1997. En lo personal la decisión de emigrar llega como una oportunidad de desarrollarme como diseñador en España, ya que en Argentina no veía muy claras mis opciones de futuro dentro de la profesión y deseaba probar suerte en un país en la que en parte siempre había considerado como propio.

Como la idea no es relatar mi historia de vida sino dar elementos que puedan ser de ayuda a todo aquel diseñador que quiera emigrar, vamos a ello. Al llegar a un nuevo país o incluso antes de salir de España tienes que tener muy claros los motivos que te han llevado a tomar la decisión de emigrar. Tener una lista muy clara y concreta de objetivos a corto y largo plazo que deseas cumplir y armarte de la fuerza y paciencia necesarias para lograr cada uno de ellos.

Antes de viajar lo fundamental es informarte mucho sobre el destino que estás eligiendo, la red te permite obtener de forma rápida y sencilla todos los datos que necesites. Debes analizar el estado del mercado laboral, si existen ofertas de empleo que puedan encajar con tu perfil, si estás preparado para todo lo que en ellas piden y ver las ciudades o regiones donde se concentran la mayoría de esas oportunidades laborales. 

Investiga bien el sueldo que puedes ganar y lo que te cuesta vivir en ese país, piensa que tendrás que pagar un alquiler, comer, vestirte, desplazarte para trabajar y para ello pagar un transporte, y piensa en ahorrar porque es lo que te dará recursos para progresar. En mi caso el ahorro me permitió pagar cursos con los que capacitarme en aspectos de la profesión que eran nuevos o desconocía, y así poder conseguir mejores puestos de trabajo y no estancarme como diseñador dentro de una profesión que avanza a velocidades de vértigo.

Desde el primer día tienes que saber dónde estás y para qué, en mi caso la actitud desde un primer momento fue la de integrarme, la de tener muy claro que mi futuro estaba en España y por lo tanto tenía que dejar de lado sentimientos y añoranzas para centrarme en cumplir los objetivos que me habían traído hasta aquí. Es complicado cuando piensas en todas las personas que has dejado atrás, pero también el pensar en ellas te otorga la fuerza que necesitas para seguir cuando parece que ya no puedes.

No puedo decirte que es fácil adaptarse y salir adelante, no puedo decirte que te llevará poco tiempo o que todo será un camino de rosas para lograr todo lo que te propones en tu nuevo país. Pero ten en cuenta que tampoco es imposible, que muchos lo han logrado antes que tu y que tienes las mismas posibilidades o más de lograrlo que ellos. Mi estrategia fue ir paso a paso, aprender y trabajar con humildad, empaparme de la nueva cultura, informarme para entender toda esta nueva vida que estaba iniciando.

Además de tener tu documentación en regla para poder trabajar y vivir tranquilo, tienes que hacer un ejercicio diario para situarte en la nueva realidad que te rodea, hacer tuyo un país que no conoces y aprender a descubrir todo lo que tiene para ofrecerte, como una forma optimista de cubrir el vacío que te ha dejado todo aquello que has dejado a miles de kilómetros en el momento de salir de tu patria.

Si tienes una actitud positiva y eres una persona trabajadora, honesta y de buena fe, encontrarás en el camino a muchas personas dispuestas a ayudarte, a hacerte ese proceso de adaptación mucho más rápido y sencillo. En mi caso ha sido así, muchos compañeros de trabajo y hoy amigos, hicieron que me adaptara sin problemas a España, que los días no pasaran tan lentos y que la "morriña" fuera más fácil de llevar. Con el tiempo te sientes cada día mejor y miras las cosas cada vez con más ilusión y menos tristeza.

Para ir acabando quiero decirte que aunque no lo parezca, el tiempo pasa rápido, que el trabajo bien hecho siempre da sus frutos y que las oportunidades llegan a quienes las buscan. A la suerte muchas veces hay que salir buscarla, dentro o fuera de las fronteras de tu país. Si tienes decido emigrar lo único que me queda por desearte es que en ese destino que tienes impreso en tu billete de avión encuentres gente con los brazos abiertos, dispuestas a darte la oportunidad de demostrar lo que vales sin importarles la nacionalidad que figure en tu pasaporte. Seguro que encontrarás a personas que sabrán ver más allá de una nacionalidad determinada y que descubrirán en ti a un diseñador con talento y a una persona que solamente busca desarrollarse en una profesión por la que ha sido capaz de dejarlo todo.

lunes, 11 de febrero de 2013

Mamá, papá...quiero ser diseñador


diseñador

Creo que esa es la frase exacta que hace casi 20 años le dije a mis padres para comentarles la decisión tan trascendental que estaba tomando en mi vida. Y seguramente no les haría mucha gracia porque como todos los padres y gente cercana pensaban que el diseño gráfico no era una carrera, era más bien un hobbie o alternativa para los que no deseaban estudiar demasiado. Mi madre estaba preocupada por si "eso" me daría dinero suficiente para vivir y mi abuela ni siquiera sabía de lo que le estaba hablando. Ni médico, ni abogado ni contable... quiero ser diseñador.

Según Adrian Shaughnessy en su libro "Cómo ser diseñador gráfico sin perder el alma", el diseño gráfico es para "egocéntricos obsesivos". Buscando una definición de diseño gráfico, me quedo con una que leí en el primer libro sobre diseño que pude comprar en mi época de estudiante, un libro de Jorge Frascara llamado "Diseño y Comunicación" de 1994 en el que decía: "diseño gráfico es la acción de concebir, programar, proyectar y realizar comunicaciones visuales". En ese entonces internet, los dispositivos móviles, las aplicaciones y redes sociales no estaban presentes en mi vida, pero creo que la definición sigue teniendo sentido y relaciona al diseño con comunicación y no con el arte.

¿Por qué estudiar diseño? Siempre que me lo preguntan respondo lo mismo: "Por vocación y convicción". Como en casi todas las profesiones es la mejor manera de llegar a ella, hacerlo por ese motivo asegura tener las fuerzas e ilusión necesarias para cumplir objetivos y nunca bajar los brazos. Esto lo he visto corroborado en un estudio que leí hace un par de años donde de entre todos los diseñadores a los que se le hacía la pregunta "¿Fue el diseño gráfico tu primera opción profesional?" más del 77% respondía que SI, evidenciando que era lo que realmente querían ser.

Es una profesión apasionante pero que exige una formación continua para poder estar al día de todos los cambios que se suceden en ella día a día y a pasos muy rápidos. No solo hablamos de tecnología y de programas de diseño que debes dominar, si no de los cambios en los hábitos y formas de comunicación. Internet hizo que muchos pasáramos del diseño gráfico al diseño web e interactivo y las redes sociales han hecho que la forma de buscar empleo y promocionarse también cambiara enormemente. Todo lo que te rodea tiene diseño, desde el periódico que lees por la mañana, las señales de tráfico que ves por las calles, el envase de tu bebida favorita hasta el interface de tu smartphone. Todo requiere diseño y allí está la amplia salida laboral que tiene esta profesión. Decenas de especialidades a las que te puedes dedicar como diseñador y en la que podrás encontrar un medio de vida.

En contrapartida están los millones de diseñadores que como tú quieren vivir de esta profesión y compiten contigo en un mundo globalizado. La competencia está por todos lados y por eso con esa vocación que llevas contigo tienes que lograr ser un profesional competitivo y prepararte para captar clientes que te permitan desarrollarte como tal. ¿Cómo hacerlo? Eso lo dejaremos para próximos posts, la idea de esta primera entrada de mi blog es empezar por el principio, por donde todos llegamos al diseño que es cuando decidimos dedicarnos a ello y hacer de esta profesión tan especial nuestra forma de vida.